Vos sos una mentira, yo soy una mentira, y eso me encanta
“Rodeada de bosque, un estanque y el crujir de la carne de cerdo hecho a la cruz, Rita festeja su cumpleaños. Después de mucho tiempo logro juntar al grupo de la infancia. Los une un pasado y el presente que se vuelve cada vez más intolerable. Mientras se cocina el cerdo, lo no dicho quiebra los cuerpos y espera. Cinco amigos, un reencuentro, la celebración, su ferocidad es el único marco de convivencia.
¿Dónde queda lo que no podemos decir?”
La obra muestra distintas facetas de lo humano: lo individual/intimo/soledad, lo deseado/ prohibido/lo mío y del otro, lo social/formalidades/vínculos. Lo que atraviesa cada vínculo se juega de una forma onírica y poética que se construye desde la escenografía (Felix Pradon), lo sonoro (Antonio Escobar), la iluminación (Juan Seade), la puesta escénica y el trabajo de cada intérprete conjugando danza/teatro sin afirmarse en ninguna de esas dos vertientes.
Las participaciones de Lis Tejon, Eduardo Anderson, Ludmila Man, Diego Santos y Astrid Gomez se potencia en un trabajo grupal que logra un código orgánico que dan vida y forma. Los actores en un gran despliegue físico/emocional transitan por todo el espacio llenándonos de imágenes, sensaciones y sonoridades con una extrañada y jugada puesta. Sofia Martinez, la directora, junto a Alma Revsin y Macarena Orueta, las asistentes artísticas, logran componer un trabajo complejo con superposición de planos y estímulos de una manera organizada del caos y potente al mismo tiempo.
Bulla es un trabajo que se concluye luego de dos años de investigación y todo eso se ve en la escena. Logra complementar cada uno de elementos disímiles en un material unificado con un código propio.