Peleas, amor y lealtades; sexualidad, cárcel y bailanta. La vida de Maxi se rige por el código villero de los unidos en la adversidad. Menea para mí es un canto (y un baile), que gira en torno al romance de Maxi y de Paola. Espectáculo atractivo, con música de bailanta cumbiera, sobre “el amor todo lo puede” contra el fondo amargo y reactivo de una corte de los milagros, a la manera de Víctor Hugo, donde la droga reina como paliativo. La vigorosa, apasionada, integral dramaturgia de escena de Mariana Bustinza baraja diversos lenguajes escénicos, sobre un relato levantado en experiencias propias con el colectivo villero. Acaso impregnada de cierta subjetividad emocional, tal vez maniquea e idílica, reivindica la inocencia trágica de las víctimas del desamor, el mal amor, el abandono, la violencia familiar. El vibrante ritmo coreográfico articula el relato fragmentado, que se arma y desintegra sin solución de continuidad. Menea para mí pinta un desafiante híbrido pseudo musical.
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